La autoría de un trabajo científico y/o académico se identifica por la firma del autor. Esta se compone de su nombre propio y su filiación institucional.
Es aconsejable utilizar siempre la misma forma del nombre a lo largo de toda la carrera científica. Usar diferentes formas influye en la recuperación y unificación de sus publicaciones en las bases de datos bibliográficas, en las citas que se reciben y en consecuencia en su métrica científica.
Normalizar la firma evita la ambigüedad de los nombres personales y garantiza la recuperación completa de la producción científica atribuible a una misma persona.
En cuanto a los NOMBRES DE PILA:
- Aunque las bases de datos manejan de maneras diversas los nombres personales y eso excede el alcance o las posibilidades de los autores, utilizar una única forma para el nombre personal disminuye la dispersión y variabilidad de nombres.
En cuanto a los APELLIDOS:
- Debido a que la identificación del autor se realiza a través del apellido, cada persona deberá definir cuál es el apellido por el que quiere que sus trabajos sean conocidos.
- Apellidos compuestos: algunas bases de datos y/o servicios de indización internacionales se basan en el modelo anglosajón que considera como apellido sólo la última palabra del nombre personal, el resto lo reducen a letras iniciales. En el ámbito español se suele utilizar guiones en este tipo de apellidos, así se aseguran que sea tratado como una única cadena de caracteres.
- Partículas (de, de las, del, etc.): dentro de los nombres o apellidos, pueden dar lugar a tratamientos diferentes según la publicación, base de datos o sistema que lo registre.
El siguiente cuadro ilustra algunas de las situaciones más comunes:
Recomendaciones para la firma de IraLis (International Registry of Authors-Links to Identify Scientists), sistema español de estandarización de las firmas de autores científicos, que tiene como objetivo la creación de un registro de autoridades: https://www.iralis.org/criterios-de-firma